Bienvenido a mi mundo, donde tú decides cuantos dedos tienes en los pies, donde tocas la música al pasar, donde le das forma a la luz, y hablar con duendes es lo más cuerdo.

martes, 2 de octubre de 2012

Pero somos esclavos de esa mirada, la necesitamos como al aire. Lo curioso es que los ojos que más nos obsesionan, son los que no nos pueden mirar. Pero la mejor mirada no es la que se nos niega, sino esa mirada que no vemos, la que ignoramos sin darnos cuenta.